Elena
y yo acabamos de aterrizar, hemos ganado un concurso y vamos a pasar
tres meses con los chicos de one direction en su mansión aquí en
Londres.
Cuando
subimos al taxi que nos llevara hasta nuestro destino me paro a
pensar en todo lo que esta pasando, en quienes somos y en la
oportunidad que se abre ante nosotras, estoy sentada al lado de Elena
mi mejor amiga, una chica no muy alta. Sus ojos avellana miran por la
ventana observando la ciudad, mientras su rizos de color castaño
claro caen sobre sus hombros. Es una persona tímida, a la que se le
dan bien los idiomas, amante de la música y apasionada de la
escritura.
El
taxi se detiene en el estudio donde nos esperan ellos. Elena y yo
sacamos nuestras maletas y entramos en recepción donde nos atiende
una mujer rubia que demuestra demasiado entusiasmo para su edad,
ambas estamos nerviosas, Elena parece tranquila, creo que yo también.
La
Barbie nos conduce a una habitación, aun no puedo creer que solo
unos metros nos separen de ellos, ya puedo verlos y ellos nos ven a
nosotras.
-¡Hola!-
exclama Niall
-Hola!-
respondo en ingles
-¿Que
tal el viaje?- pregunta Liam
-Largo-
responde Elena
-Estaréis
cansadas,¿listas para ir a casa?- pregunta Louis
-Claro-responde
Elena
-Bueno
¿y de que parte de España sois?-Pregunta Harry
-De
córdoba, una ciudad del sur-Digo nerviosa
-Vosotras
vendréis con Louis y conmigo en mi coche -Nos informa Harry
Durante
el viaje Harry y Louis habla entre ellos. Veo mi silueta en la
ventana.
Yo
tampoco soy muy alta, mis ojos se ven negros pero en realidad son
castaños oscuros,llevo el pelo recogido en una coleta, pero algunos
mechones castaños empiezan a salirse.
-Aun
estoy esperando a que suene el despertador me levante para ir a clase
y todo esto solo haya sido un sueño- dice Elena sacándome de mis
pensamientos
-Acabo
de darme cuenta de una cosa- digo al darme cuenta de que Louis nos
observa a través del retrovisor- de que si hablamos en español no
nos entienden
-Si
tienes razón- contesta Elena- y si hablamos en cordobés el rubio
tampoco se enterara de nada- comenta evitando dar nombres.
Hemos
llegado- dice Harry parando el coche
Llegamos
a una casa enorme con forma de barco, había un jardín grande en la
entrada con un camino que conducía hasta la entrada de aquella
mansión. Justo al entrar había una gran sala, a la izquierda había
unos cuantos sofás y una tele enorme, a la derecha una cocina
americana bastante espaciosa, justo en frente unas escaleras que
conducían al segundo piso donde se encontraban una parte de las
habitaciones. Desde la entrada se puede ver la piscina a través de
unas puertas de cristal que dan a la parte exterior trasera.